sábado, 7 de julio de 2018

Asfixia.



Esa jodida presión en la boca del estómago. 


Me sentía desnuda, abierta en canal; sin pretextos. 


Quizás, sentía tanto por dentro que ella era ese huracán devorando mi caja de pandora; mi corazón inestable, lleno de incertidumbres 
e inseguridades.

Le has dado sentido hasta a los recuerdos que sólo me dolían.

Encontré una sensación nueva dentro de mí, que sigo sin poder identificar. .


Era cómo si me estuvieran partiendo por la mitad desde dentro.

Me falta hasta el aire. 
Volvía esa sensación 
de asfixia en el pecho. 


Me dice ese "lo siento"
que no me puede hacer sentir peor.

Y no, no te vayas.
Tengo que decirte... 

Cariño, yo también lo siento. Siento haberme enamorado perdidamente de ti. Por hacer que mi cuerpo arda a 451° Fahrenheit y por hacerle saber que siempre ha sido tu casa, pero que todo esto lo hemos descubierto después de probar otras bocas.

Y ahora, hueles como quiero que huelan mis sábanas el resto de mi vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario