lunes, 22 de octubre de 2018

Satánica.

 

Grito tu nombre
frentre al cristal.
Pero no apareces,
no puedo invocarte
como cualquier rito satánico.

Me aferro al lavabo,
apreto fuerte
con mis manos,
agacho la cabeza
y suspiro.

Suspiro cuando
cae el agua por mi cara,
mientras pasa tu imagen
a cámara lenta por mi cabeza.

Sonríes,
otra vez,
estás desnuda,
mi cama revuelta,
tu cadera buscando la mía...

Vomito cada recuerdo,
encharco el suelo,
mis manos,
mi ropa,
mi cabeza...
porque mi corazón
hace tiempo que
está ahogado en ti.

Quiero que vuelvas.
Quiero que me recuerdes.
Quiero que me digas
que no he despertado aún.

Dame un beso
con el que dejes de dolerme.

Sí, he dicho tu nombre.

He recaído,
maldita sea.

Lo más duro
es que lo admito.

No sé cómo sacarte de mi cabeza.
No sé como lidiar con esta guerra
de emociones tan fuertes hacia ti.

De dónde habrás sacado tu poder...

No hay comentarios:

Publicar un comentario