sábado, 14 de octubre de 2017

París se nos queda pequeña.



“Si te atreves, no me sueltes”.

Me abrazas
y el mundo lo siento un poco menos cruel.

No haces que tenga que disfrazarme, no tengo porque fingir cuando las cosas no me van bien; porque siempre vas a pillarme, tampoco me hace falta ocultar el miedo que tengo de que ya no quieras quedarte conmigo. Porque llegará ese día que rasques las paredes de mi piel más de la cuenta y verás que no tengo mucho que ofrecer para lo que te mereces.

Un par de besos por cada vez que me muera por verte.
Una cama dónde me pasaría la vida abrazándote.
Un café para mí… y para ti lo de siempre, una taza doble de Cola Cao.
Y que no se nos olviden las flores y corazones que tanto me haces odiar.

Te veo sobre mi cama y… estás tan guapa. Después de hacerte el amor, desnuda, sobre mí… con esa sonrisa que me hace agujeros en el pecho y… que paren el mundo que yo me bajo.

Me toca abrazarte… llenarte de besos, buscar mis partes favoritas de ti entre las sábanas…
¿Y si me das unos minutos de más y volvemos a querernos otra vez?

Quiero quedarme a vivir en cada segundo de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario