Toqué fondo y nadie vio que por dentro
yo no me encontraba.
A veces siento un vacío
que me llama a regresar,
pero no vuelvo por mí,
no escucho mi propia llamada,
ni las sirenas de alerta.
Me rompo,
me dejo caer,
esperando tocar aún más fondo.
Y en ese abismo que me consumía,
lleno de recuerdos,
golpes emocionales
y páginas arrancadas
de incendios descontrolados...
entonces,
un día que ni siquiera recuerdo,
apareciste tú,
bueno,
yo te vi.
Te vi hace mucho.
Y ahora no quiero dejar de verte,
ni de sentir estas ganas que me provocas
incluso sin tocarme,
porque tu risa
ya me mata,
ya me duele,
ya no controlo
lo que me haces,
mientras dejo
que vuelvas a coserme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario