jueves, 22 de diciembre de 2016

Te hiero mucho.





     A veces, al escribir un guion, resulta difícil saber cuándo parar. Has llegado al final, pero no te das cuenta. Y sigues… y sigues… intentando dar con el final perfecto. Y solo consigues estropearlo todo. Mi historia con ella acabó hace tiempo, y no supe ver el final—soltó un leve suspiro, encogiéndose de hombros a los pocos segundos.

     ¿Y qué pasa con nuestra historia? —respondió ella.

     Deberíamos seguir escribiéndola, a ver dónde nos lleva…

     ¿Hay reglas? —preguntó. Mirándola a los ojos, de manera más intensa, como si hubieran pasado meses y hubiera estado echándole de menos.

     No, solo sigamos jugando—Dejó ver una sonrisa que se dirigía hacia su boca.

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