Te voy a follar
como nunca te han follado antes.
Entrar dentro de ti.
Poco a poco.
Más lento.
Hasta que soy capaz de tocarlo.
Me miras hacerlo.
Callada.
Sin apretarme más fuerte.
Te muerdes el labio,
y ya quiero correrme, dentro.
Diciendo sí, cuando yo digo no.
No puedo pensar con claridad mientras te veo abrirte.
Para mí.
Para que me cuele
entre tus pliegues
y quieras que me quede
toda la noche.
Y no es cuestión de que no quiera,
sino de que para que me dejes abrirte el corazón...
Hay que saber cómo y dónde tocar,
para que nunca más
dejes de quererme.
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