Gracias.
Porque después de todo el daño,
la encontré a ella.
Y he empezado a vivir.
Aquí no se escribe bonito, se escribe real: con fuego, con rabia y ternura desde la herida abierta y el deseo vivo. Este es un refugio para palabras que arden, cicatrices que hablan y un alma que no calla. Escribir aquí es sobrevivir, sentir sin miedo, vivir sin filtros. Si ardes por dentro, aunque no se note, este es tu lugar. Porque arder es mi idioma, y escribirlo, mi forma más honesta de existir.