jueves, 4 de mayo de 2017

Vulnerables.





No recuerdas nada. Ni siquiera cómo llegaste hasta aquí.

No sabes cuántos días ni noches han pasado, ni cuántas personas han rodado sobre tu cama.
No sabes cuántos besos has desperdiciado, ni cuántas mentiras has soltado y a quién. Esa es la cuestión.

Solo sabes que te sientes culpable por no poder parar.
Porque en ese descontrol evitas enfrentar el dolor que llevas escondido en el pecho.

No preguntas nombres ni detalles, porque sabes que no las volverás a ver.
Una tras otra… “¿me llamarás?”
¿Cuántas veces has dicho eso?
¿Cuántas veces has respondido “claro, no lo dudes”?

Mientes. Siempre mientes.

No quieres sentir, no quieres enamorarte.
Te niegas a ti mismo la posibilidad de volver a caer.

Supongo que no puedes permitírtelo.

Porque tener corazón nos hace vulnerables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario